
Vivir con miedo. Eso es lo único que de nosotras pretendieron. Nos mintieron. Nos enredaron en imberbes argumentos. Tiñeron de sangre nuestros aposentos, nos mataron. Nos violaron, nos persiguieron. Somos las geishas de la poesía. Las eternas y sublimes poetas. Las sacerdotisas de la creación primera. Las madres. Los úteros cantantes. Vos, poeta. Somos las que siempre vieron antes, las que profetizamos tu faltante. Así y todo no escuchaste cuando revolvimos el guiso de la primera cena. Nos ocultaste. Y ahora como brujas del acierto te encontramos suspirando y oyendo. Ahora vamos por el dinero, porque ese verso new age del no me lo merezco y tengo que pagar por todo lo que en otra vida hemos hecho...sinceramente, me parece un desparpajo siniestro. Me duele el vientre, de una manera que no tiene precedente. Siento la llaga de cada palabra que expulsa esta boca, la puerta siempre abierta de la cueva de mi mente. Y así y sin más pretérito te incito a volar con el murmullo del final triunfal. Hemos mejorado la cepa y ellos encontrarán una nueva manera como lo hemos hecho nosotras las viejas, ancianas, putas, reventadas, amadoras, productoras de saliva para aguantar las virgo despedidas. Y soy valiente y no me quejo, sólo canto mi canto añejo. Y aunque desprecies mi sufrimiento, debes reconocer que viene siendo y que si quieres un mundo más honesto primero te espero para escuchar a esta mujer que sienta todo su afecto. No quiero abogar por el aborto, tampoco porque te lleven presa, o te dejen morir sin invitarte al festín de ser madre en este mundo húerfano. Yo te amo, aunque vos no quieras creer que he visto hasta el fin de esta POESÍA GEISHA de los tiempos.
JUEVES 23/11/2017
ARRIBA DEL 97 YENDO DE CELINA A BALVANERA
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